La habitabilidad interior de los espacios arquitectónicos debería ser un objetivo en todo tipo de edificios, en procura de generar bienestar psicológico y fisiológico en los ocupantes finales de la obra construida. Para lograr altos niveles de habitabilidad se deben considerar diferentes aspectos que afectan el confort térmico y lumínico de un espacio interior.
Las decisiones arquitectónicas tomadas en etapas tempranas de diseño como la forma, orientación en relación al sol y a los vientos predominantes, y zonificación en relación a la necesidad o no de recibir radiación solar directa, son fundamentales en el buen resultado de confort interior. Adicionalmente el diseño correcto deberá buscar buenas ventilación e iluminación natural, ya sea a través de una buena cubierta con tejas traslúcidas o aprovechando diferentes estrategias en la envolvente arquitectónica.
Desde Exiplast se ha desarrollado el concepto de “Envolvente inteligente”, con el cual se busca que la materialidad de la envolvente complemente las buenas decisiones de diseño con el objetivo de garantizar altos niveles de confort térmico y confort lumínico al interior.
El proceso de selección de materiales debe de considerar las diferentes propiedades térmicas y lumínicas de los mismos, con el fin de verificar su aporte a las intenciones del diseño arquitectónico. En materiales opacos es necesario conocer como mínimo el SRI, calor específico y el valor U. En materiales traslúcidos como las tejas plásticas o las tejas en PRFV es necesario conocer, como mínimo propiedades como:
- Índice de reflectancia solar (SRI): es la propiedad que tiene el material, ya sea en pared o cubierta, de reflejar el calor solar incidente. Entre mayor sea el número menos se calentará el material y por lo tanto menos calentará el espacio.
- Transmitancia térmica (U): es la cantidad de calor que atraviesa 1m2 de
pared cuando la diferencia de temperaturas
entre las dos caras es de 1°C. Un material ofrece mejor aislamiento térmico cuando este valor es menor. - Calor específico: hace referencia a la cantidad de calor que hay que suministrar a la unidad de masa de un material para elevar su temperatura en un grado centígrado. Si el objetivo del proyecto es almacenar calor, conviene que este valor sea lo más alto posible.
- Coeficiente de ganancia térmica solar (SHGC): es una medida porcentual de la ganancia de calor solar que se transmite a través de un elemento traslúcido. Se mide como un número entre 0 y 1, con un coeficiente más alto, lo que significa que se producirá una mayor ganancia de calor.
- Transmisión de luz visible (LT): es un valor en porcentaje que define la proporción del espectro visible que se transmite a través de un elemento traslúcido, entre mayor sea el número mayor el paso de luz.
Una buena selección de materiales muro y cubierta requiere un buen análisis de las diferentes propiedades presentadas; pero es importante tener claro que el material es un complemento a buenas decisiones proyectuales, por sí mismo no puede solucionar los requerimientos térmicos o lumínicos de un proyecto arquitectónico.
Referencias:
Hernández, A. (2017). Seminario Estrategias arquitectónicas de climatización pasiva, Universidad Nacional de La Plata. Volantino, V. L., & Etchechoury, E. M. (2002). Evaluación del comportamiento térmico de muros en función de su absorbancia solar. Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente, 6.