La construcción no es ajena al creciente interés de las personas en adquirir productos amigables con el medio ambiente; en los últimos años ha aumentado la demanda de edificaciones con mejores estándares de sostenibilidad, que permitan generar ahorros económicos y mitiguen los impactos ambientales asociados a la construcción.
Como mecanismo de verificación de estos estándares de sostenibilidad surgieron una serie de sellos ambientales, los cuales a partir de un análisis riguroso determinan el “nivel” de sostenibilidad de un proyecto de arquitectura.
Es posible mencionar que los aspectos recurrentes en las diferentes certificaciones de edificación sostenible son: consumo de energía, consumo de agua, buen uso de los materiales, confort en los usuarios. Todos estos factores traen una serie de beneficios en los futuros propietarios y/o arrendatarios de este tipo de proyectos.
(Conoce algunos de nuestros proyectos con certificaciones sostenibles)
Entre los principales beneficios de un proyecto que cuente con una certificación ambiental están:
- Imagen corporativa y mejora en marketing y promoción del proyecto.
- Aumento en el valor de venta y en precios de arriendo.
- Ahorros en la operación del edificio al reducirse el consumo de energía y agua, lo que reduce el impacto ambiental del proyecto y se traduce en un ahorro económico para los usuarios finales.
- Rápidos retornos de la inversión debido a los bajos costos de operación y mantenimiento.
- Garantizar espacios interiores con altos estándares de confort térmico, lumínico, acústico y calidad de aire interior.
- Genera espacios con un buen uso de la luz natural, lo que aumenta la productividad y velocidad de aprendizaje de los usuarios del proyecto.
Adicionalmente en el contexto colombiano han surgido normas para incentivar este tipo de construcciones (Ley 1715 de 2014, Resolución 585 de 2017), con las cuales un proyecto que demuestre altos estándares de sostenibilidad puede aplicar a la deducción del IVA sobre los productos y materiales que aporten a la eficiencia energética del proyecto, además de una deducción en el impuesto de renta hasta el 25% de las inversiones que se realicen en procura de mitigar impactos ambientales.
Entre los elementos de un proyecto arquitectónico susceptibles a este tipo de incentivos tributarios se encuentran:
- Cubiertas con tejas traslúcidas en PRFV, ya que mejoran la eficiencia energética del proyecto al reducir la necesidad de iluminación artificial.
- Cubiertas opacas en PRFV u otros materiales con aislamiento térmico, debido a que ayudan a la eficiencia al reducir la dependencia de sistemas mecánicos de climatización.
- Vidrios de control solar, ya que mitigar los impactos de sobrecalentamiento solar, mejorando la sensación de confort sin necesidad de aires acondicionados.
- Luminarias eficientes, al reducir el consumo de energía eléctrica del proyecto.
Un proyecto que busque altos estándares de sostenibilidad no solo podrá garantizar espacios muchos más agradables para los usuarios finales, sino que, con una buena gestión en el proceso de diseño, es posible reducir los costos de construcción, además de un posterior ahorro en la operación y mantenimiento del mismo.
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Fuentes:
La sostenibilidad integral ya tiene incentivos
